Hombres y mujeres en el ámbito laboral
Publicado originalmente en: http://www.lasillarota.com (8 de marzo de 2013)
Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer por lo cual vale la pena reflexionar en torno a la situación de las mujeres y la equidad de género en nuestro país.
Como se sabe, uno de los cambios más notorios de las últimas décadas, ha sido el incremento de las mujeres en el trabajo extra doméstico. Su incorporación en el empleo remunerado, es una de las cuestiones que más ha transformado a las sociedades durante la última década. En México la presencia de las mujeres en el ámbito laboral pasó de 20 % en 1970 a 42% en 2012 (en las áreas más urbanizadas).
Pero más que las transformaciones en la fuerza de trabajo, uno de los giros más drásticos es el producido en la participación de las mujeres en la educación superior, que, como en otros países, en México ha crecido de forma acelerada, pasando de 21% en 1997, al 51% en el 2012.
Según datos de la ANUIES, la presencia de las mujeres en las universidades tiende a concentrarse en ciertas áreas como educación y humanidades (68%), ciencias de la salud (65%), ciencias sociales y administrativas (58%), ciencias naturales y exactas (50%), Como contraste, su presencia es mucho más reducida en las actividades relacionadas con la cuestión agropecuaria (36%) y en las ingenierías y tecnología (31%).
El número de mujeres es claramente predominante en cierto tipo de ocupaciones como las de educación preescolar (97%), enfermería (79%) y psicología (76%) En contraste, las actividades con menos presencia de mujeres son la física, la veterinaria, y las ingenierías, especialmente la ingeniería mecánica y la automotriz (en las cuáles la presencia de mujeres no alcanza el 5%)
En otras profesiones, como derecho, contaduría y administración, los porcentajes de hombres y mujeres están a la par. También ocurre lo mismo en el caso de la medicina, carrera que hasta hace unos años era predominantemente masculina.
Por otro lado, si vemos las posiciones tanto en el gobierno como en las grandes corporaciones privadas, podemos observar claramente, que pese a los avances, a medida en que se asciende en la pirámide organizacional, la presencia de las mujeres disminuye por lo cual se puede afirmar que lo que algunos autores denominan “techo de cristal” (esas barreras invisibles que no se ven pero que son un tope a las carreas de las mujeres) siguen existiendo.
Si uno toma en cuenta los niveles de funcionarios (as) y directivos(as) con base a los datos del Inegi, del 2012, se puede apreciar que las mujeres no llegan a representar el 30%. Sin embargo, se analizan los principales cargos ejecutivos de las grandes corporaciones del sector privado, el porcentaje disminuye drásticamente y la presencia de mujeres en los Consejos de Administración de las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores no llega al 6%.
Además de esta segregación vertical, que se muestra por un número cada vez menor de mujeres que llegan a la cima, existe también una segregación horizontal que tiene que ver con la presencia de mujeres en ciertas áreas. En el caso de las grandes empresas la presencia de las mujeres se concentra en la dirección de relaciones públicas (donde las mujeres llegaban a ocupar el 41% de los cargos en el 2005), en la dirección de recursos humanos (24% de los casos) y en la de mercadotecnia. Como contrapartida, en otras áreas como las relacionadas con los sistemas computacionales, ventas, administración y operaciones, la presencia de las mujeres no llegaba al representar el 10%. Estos cargos son importantes, porque a menudo representan los puestos más estratégicos de la compañía donde hay más posibilidades de avance.
Por otro lado, las mujeres directivas tienden a concentrarse en ciertos giros empresariales como lo son la organización de ferias y exposiciones, administración de galerías de arte, restaurantes y hoteles mientras que están casi ausentes en las actividades vinculadas con la industria automotriz y las inversiones en capital de riesgo.
Como vemos, si bien es cierto que la presencia de las mujeres ha cambiado muchísimo en realidad todavía es mucho lo que falta para alcanzar una verdadera equidad por lo que no está mal que hoy que es 8 de marzo lo dediquemos a pensar que es lo que todavía tenemos que hacer para lograr una mayor equidad en las oportunidades de desarrollo para hombres y mujeres.