Abel Quezada, o la silla no estaba rota

Originalmente publicado en http://www.lasillarota.com (17 de febrero de 2011)
“El humor está en todo menos en los chistes”
Abel Quezada
Recorrer la actual exposición de Abel Quezada en el Museo de la Ciudad de México equivale a acercarse al   mundo de la política en México cuando “la silla no estaba rota”. Aludo a la metáfora que da título a este portal, para referirme a un poder presidencial centralizado que se ejercía verticalmente generando un servilismo absoluto por parte de los funcionarios públicos y otros sectores de la población.
Como se sabe, Abel Quezada fue el gran caricaturista de Excélsior de 1956 a 1976. Entre sus contribuciones a la visón de la vida política nacional, destaca la creación del concepto y de la imagen del “tapado”, un encapuchado al que sólo se le ven lo ojos y quien sería destapado por el presidente en turno quien era el único elector de su sucesor.
¿Cuánto hemos cambiado desde entonces?    Quizá una de las muestras más evidentes son los dibujos del mundo político reunido en el Hotel Regis, ícono de la ciudad en la avenida Juárez, que se vino abajo con el terremoto de 1985. Como resultado de la expansión de la metrópoli, ahora ya no hay un lugar único que centralice los encuentros de los gobernantes, pero en cambio, hay varios restaurantes que yo llamo power points, porque más a comida huelen al poder exhalado por nuestras elites de políticos y empresarios.
Por otro lado, yo me pregunto si los diversos estados de la República no tendrán sus respectivos templos   “tipo-antiguo hotel Regis” donde se reúnan las cúpulas regionales. ¿Qué diría Abel Quezada de estos lugares de encuentro   que ahora son símbolos del gran poder que concentran los gobernadores? “Seguramente tendrían que hacer 32 carteles en vez de uno solo.
Otros grupos representados por Quezada, como lo que en su momento fue la “Liga de la decencia” también parecen operar más exitosamente   fuera del Distrito Federal. Esta pandilla, que censuró la desnudez de la escultura de la Diana Cazadora y criticó la forma de vivir de Frida Khalo, ha sufrido diversas mutaciones pero sigue vivita y coleando. Recientemente   mostraron sus destrezas    en la   avalancha legislativa contra el aborto en diversos estados de la república.
En una de las láminas de gran formato, Abel Quezada nos presenta una escena del grito de Independencia en el zócalo en la cual los asistentes conviven entre tamales, buñuelos y banderas. Nada más ajeno al grito del 2010 donde la seguridad necesaria para llevar a cabo la ceremonia, impidió entrar con ningún tipo de comida y las banderas se confiscaron por considerarse “objetos punzantes “. La gente, un poco muerta de hambre debido a las largas horas a la espera, lo único que le quedaba es alejarse un poco de la explanada para hacer   eternas colas en el único comercio abierto cerca de una esquina.
En otra de sus caricaturas, encontramos a un mexicano gordo pero mal alimentado. Como si fuera una radiografía, la figura muestra que en su estómago guarda tostada de pata, cueritos y chiles. Ahora además de estas comidas, en su vientre encontraríamos otros alimentos   nutritivos como papitas y refrescos ¿Nos pintaría ahora Quezada las vísceras de un niño con este tipo de productos?
Y si de alimentos se trata, uno de los personajes creados por Quezada que se encuentra en franca extinción, es el “hombre de las nieves “, aquel que empuja su carrito para vendernos paletas de limón y fresa. Este mortal ha sido claramente desplazado por   la invasión de franquicias de diferentes marcas de helados que están en todas nuestras ciudades.
Otra especie en mutación es el Sr. Pérez, un hombre trajeado, vestido con corbata de moño que está leyendo un periódico. En la actualidad, este individuo tendría que dibujarse más entrado en años, ya que mostraría la brecha generacional que existe entre quienes continúan con la “oración matutina” de la lectura diaria del periódico y los jóvenes cibernautas que consultan las noticias por Internet.
¿Y el charro Matías? ¿Persevera este mexicano con   sombrero amplio que está a la espera de “un hueso“ y para lograrlo hace varias horas de antesala ? ¿Ha dejado de existir o más bien se encuentra desconcertado y no sabe a dónde acudir ahora que los políticos cambian constantemente de partido? Torturado,   tiene que esperarse hasta   conocer la “alineación final “para saber dónde conviene aplaudir y hacer la cola.
Otra de las figuras célebres del autor es la del policía rodeado de moscas. Me pregunto ¿son las moscas un símbolo de ineficiencia, suciedad y corrupción? ¿Cómo dibujaría a los guardianes de de hoy que operan entre circuitos interiores en una ciudad caótica? ¿Estarían las patrullas rodeadas de las mismas moscas? ¿Habrá sido un vidente Quezada que pudo prever la fructífera contribución de estos insectos para detectar homicidios? (Búsquese en Internet “moscas detectives” y su papel en los cuerpos policiacos de Inglaterra y España)
¿Y Gastón Billetes? ¿Qué pasaría con esta caricatura de un individuo chaparro que lleva en su nariz un gran diamante? Seguramente no ha cambiado mucho. La diferencia está en que nuestros ricos de hoy ya no pueden limitarse a viajar plácidamente en las giras del avión presidencial. Para hacer valer sus intereses, no es suficiente acompañar y aplaudir al Presidente en turno sino que deben atender diversos frentes Ahora también tienen que presionar o “negociar” con integrantes del gabinete, gobernadores, diputados y senadores. Como si fuera poco, los que han hecho su fortuna de la industria y el comercio ya no viven en un México protegido y han tenido que enfrentarse a sus competidores externos. No es raro que, además,   se vean comprometidos a desarrollar labores de tipo diplomático entre las que se encuentra la peregrinación anual a Davos y otros foros similares.
¿Y las damas caritativas ataviadas con gran chongo, collares y pulseras? Continúan activas pero las condiciones de inseguridad del país, no les permiten exhibir sus joyas. Lo que aún sorprende es que, pese a su constante actividades, los niños pobres siguen en las calles de México. Aunque ahora para muchos de ellos se han abierto nuevas oportunidades de trabajo gracias a las altas posibilidades de ser reclutados por una banda del crimen organizado
Existen otros personajes creados por este autor de “textos ilustrados “que nos invitan a seguir comparando el México de ayer con el de ahora. Por lo pronto, ante la ausencia de espacio, lo único que me queda es recomendar ampliamente la exposición.
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