Comentarios del Dr. Gilberto Gímenez (Patrimonialismo y modernización)

Forma de citar: Comentarios del Dr. Gilberto Gímenez en la presentación del libro Patrimonialismo y modernización. Poder y dominación en la Sociología de Oriente de Max Weber, de Gina Zabludovsky, 2 de junio de 1995.

No quisiera comenzar hiriendo la modestia de Gina, pero debo afirmar que, realmente, su
libro es una de las contribuciones más importantes en México, en materia de sociología en
los últimos cinco años o los últimos diez años. Esto por la envergadura y por la calidad de su contribución en un momento en el que la sociología necesita este tipo de aportes. Por eso creo que debe ser de lectura obligada, no solamente para nuestros alumnos en la Facultad, sino también para los sociólogos, sobre todo para aquellos que están en crisis de identidad profesional. Ya se ha dicho aquí. Como Gina se mueve en el ámbito de la sociología de la dominación de Max Weber, particularmente, la dominación patrimonial, ella se mueve dentro del esquema que ella misma presenta poder, dominación, dominación extraordinaria, dominación ordinaria, estable y rutinaria que a su vez se puede ser racional y tradicional, y la tradicionalpuede ser patrimonial y feudal, etc.

Además de eso, analiza lo que podría llamarse la diseminación de este concepto. La
diseminación incluso inconsciente en el ámbito tanto de la literatura científica, de las ciencias sociales como en el ámbito de la literatura (simplemente, tal). Así que en su capítulo “Herencia y presencia”, ella estudia la dominación del concepto de dominación patrimonial Gonsan Wittfagel, en América Latina, en México; además de eso aborda la homología, nada menos que desde los griegos, pasando por Maquiavelo, Montesquieu y Marx, todo eso…su teoría de modo de producción asiático, pero no me voy a detener a este aspecto del contenido, me interesa sobre todo, comenzar recalcando la manera como Gina trata este tópico tan complejo, de una manera que es ejemplar y que revela lo que es el oficio del sociólogo. Ella sitúa este tópico en el contexto general de la obra de Max Weber, eso es muy importante como elemento de interpretación. En segundo lugar, ella no esquematiza ni sistematiza el pensamiento de Weber, es algo que tenemos que aprender y enseñar a nuestros alumnos, sino que ella sigue los menores meandros y contradicciones del pensamiento de Max Weber, trata de registrar la fluidez de su pensamiento, ¡qué importante es esto no!, además de esto toma en cuenta la relatividad de su concepto y la intencionalidad de su concepto. Como cuando explica estupendamente, cómo no se puede separar la racionalidad formal de la racionalidad material, cuando ella explica cómo se construye y cómo se utilizan los tipos ideales de Max Weber, además de eso, su tratamiento es original en el sentido de que hay una interpretación personal de ella confrontada con otras interpretaciones de esa tópica weberiana. Prevalece una actitud crítica importante.
A Gina no se la puede seducir muy fácilmente, ya no se deja seducir por el autor que
estudia. Reconoce insuficiencias, reconoce lagunas, como por ejemplo cuando reconoce que la Sociología del Poder de Max Weber es más bien una sociología de liderazgo y no tanto de la resistencia; o como cuando reconoce que no hay mucha armonía, mucha congruencia, en lo que podríamos llamar el individualismo metodológico de Max Weber, su manera de estudiar y de aplicar la teoría de la dominación.

Todo esto es muy importante, pero lo que quiero poner de relieve es sobre todo, es lo
que ella llama el “rescate” del pensamiento clásico y particularmente, del pensamiento
weberiano. Es aquí donde quiero detenerme un poco más, lo que yo digo es que ese rescate es de enorme actualidad, en este momento este retorno a lo clásico y particularmente las
posiciones epistemológicas de Max Weber, está siendo objeto de un debate muy interesante, ya que le he comentado a Gina porque su contribución es más importante de lo que ella piensa, ya que incluso cae en una coyuntura de discusiones epistemológicas de la mayor importancia para la identidad y la reidentificación de la sociología.

Acuérdese que estamos ante la problemática de cómo la sociología, cómo nuestra disciplina actualmente se ha tornado plural, se ha hibridizado y por eso pierde la visibilidad, pierde su centro, su identidad, por ese proceso plurificación y de hibridación. Por lo tanto no se puede hablar hoy en día de la sociología así en general, sin el hábito, sin alguna adjetivación, solamente se habla de sociología de la cultura, sociología crítica de la literatura, socio-semiótica, etc. Hay un problema de pérdida de visibilidad de la sociología, que ha dado lugar al discurso de la crisis de la sociología. Por lo tanto, es una enorme necesidad de recentramiento y la reidentificación ede la sociología. Creo que una de las vías es: 1) el retorno a los clásicos, 2) el retorno al espacio epistemológico diseñado por Max Weber, justamente son los dos caminos fundamentales, ha habido otros caminos, se han señalado otros caminos, ha habido intentos como de unificar a la sociología a la luz de una teoría general, ha sido el caso de Parsons, es el caso de Gurvitch, actualmente es el caso de Niklas Luhman y su teoría sistemática.

Hay otros autores, como Víctor Turner, por ejemplo, que proponía, de alguna manera, enlazar, recentrar, la sociología y la antropología alguna vez, recurriendo a un enlace sistémico, a una teoría de sistemas, no en el sentido de Niklas Luhman, en el sentido más claro. Ninguna de estas proposiciones han prosperado.

Lo que parece sumamente importante es recentrar la sociología mediante el retorno a
los clásicos y el retorno a la reelaboración al espacio epistemológico de Max Weber. A esto
quiero referirme ahora un poco más breve.

Para entender esto, quiero referirme a una obra muy importante, un autor americano y
otro francés que escribieron un libro sobre la innovación, la innovación en la sociología, en las ciencias sociales. Dogan y Fagen. La tesis básica de estos autores, es que las disciplinas
sociales tienen una especia de ciclo vital, y que hay un periodo de fundación en lo que se
construye un patrimonio, la segunda fase sería la apropiación y el enriquecimiento de este
patrimonio; la tercera parte sería la necesidad de la especialización ante el hecho de los
rendimientos decrecientes de la disciplina, y finalmente, la hibridación que, según estos
autores, no tiene nada que ver con pluridisciplinariedad, ni interdisciplinariedad, ni ocho cuartos, es una cosa muy diferente. Nada de su preposición de estudios monodisciplinarios, que ha veces a eso se reduce la voz de interdisciplinariedad, sino hibridación orgánica de disciplinas de vida. Esa sería la última fase.

Según estos autores, el hecho de que la sociología se ha hecho invisible por ejemplo
por la pluralización de su ámbito, no es tan malo, sino un enorme bien, gracias a eso la
sociología puede mantener un elevado nivel de productividad y rendimiento teórico y de
investigación. Esto que parece muy positivo, sin embargo, plantea un problema: que son demasiado optimistas esos abiertos autores frente al proceso de inserción, sin embargo, se requiere un esfuerzo de recentramiento, y aquí viene por llamarlo así, por antítesis, la continuación de otro autor muy importante, se acuerda usted de Jean Claude Passeron, de Pierre Bourdieu, se ha publicado un libro, que se llama Razonamiento de sociología, que ha dado lugar a debate muy reciente, muy rico y donde Gina va a encontrar muchísimos aliados ¿qué es lo que quiere decir Passeron? ¿Cuál es su propuesta?, dice en primer lugar, que la sociología es indiscernible epistemológicamente de la historia, aunque se distingue por su régimen disciplinario, así se resolvería una de las paradojas que Gina señala en su libro. No está nada de acuerdo con Luis Aguilar cuando dice que según Max Weber no hay diferencia, no hay señal de diferencia entre sociología e historia.
Por otra parte, Gina se resiste también a que haya un corte demasiado brusco entre sociología e historia, dice ella, que hay una continuidad entre ellas, y se resiste a negar que
haya una contraposición absoluta ante una fase histórica y una fase sociológica en la obra de Max Weber.

Pienso que, de alguna manera, esta paradoja se resuelve en la proposición de Passeron
que dice: “tanto de la historia como de la sociología quede como objeto el curso del mundo
histórico, la fenomenalidad histórica, lo que estudia el sociólogo y el historiador pro igual, se sitúa en el espacio y en el tiempo, se inscribe en el espacio y en el tiempo, nuestro objeto de estudio está hecho de espacio y de tiempo. La fenomenalidad histórica, con un sentido aquí muy amplio, en el sentido de que, también el objeto de la sociología, nuestra mal antropología se inscribe en el tiempo y en el espacio. Ahora bien, una propiedad de la fenomenalidad histórica en la sociedad, muy importante, es la imposibilidad de disociar los fenómenos que estudiaron nuestro objeto de estudio, de su contexto, de un contexto determinado. No importa que sea un contexto muy extenso, un contexto amplio, un área de civilización; lo importante es que jamás el historiador, el sociólogo podrá despegar del todo su objeto de estudio digamos así, de un contexto determinado. Me estoy acordando de una contribución importante de una de las maestras y profesoras de aquí: hubo una tesis de doctorado en donde se ve la importancia del contexto de la sociología.

Lo que aquí que sigue son dos cosas muy importantes: esta afirmación básica de que el
objeto de la sociología tiene propiedades deísticas, estamos utilizando un lenguaje de la
lingüística, es decir, siempre señala de una manera clara y expresa, o de una manera implícita, siempre remite a un aquí y ahora, de alguna manera. Aquí se sigue una serie de secuencia epistemológicas muy interesante: en primer lugar, la imposibilidad de estabilizar en el ámbito de las ciencias sociales una sola teoría. Lo que podríamos llamar la pluriformidad teórica de cómo ayudar a las ciencias sociales y no solamente a la sociología, y que esto ya está. Esto está, digamos así, desde la primera fase fundacional de nuestra disciplina.

La segunda cosa fundamental, que es imposible por lo tanto, razonar en la sociología, en política, en economía, los economistas se van a convencer, más que nunca, que es imposible razonar en sociología, bajo la cláusula “sefan base” (?), es decir, distinguiendo determinadas variables y considerando las demás variables. Es imposible porque ¿será posible?, estaríamos despegando el contexto de nuestro objeto de estudio lo puede hacer muy relativamente, así que ese espacio de la disciplina que deberíamos llamar autonomizada, como es la ciencia política, como es la economía, yo puedo extraer cierta variable, pero a la hora de tener que aplicarla a la ciencia económica pues resulta que lo que está resultando ahora, de que hay elementos que no se pueden controlar como, expectatividad, subjetividad, etc., y todo lo que estamos oyendo todos los días; no están colgadas del aire, dependen de contextos sociales y políticos. Así que, a la hora de la verdad con todas sus formas matemáticas, su modelo matemático y microeconómico, resulta que los economistas tienen que volverse a la ciencia política y a la sociología para que les expliquemos ¿por qué no existe tal expectativa? ¿Por qué no hay tales actitudes subjetivas? Favorables al desarrollo de la confianza, así que, en este momento, los
economistas están tan en crisis como los sociólogos, basta verlos, necesitan análisis
psiquiátrico. Hasta en la prensa, hasta en el periodismo andan atacando a nuestros colegas por desgracia, hasta nuestros colegas que son los economistas actuales. Así que no se puede, no se puede de ninguna manera despegar a la sociología a su
contexto, así que la sociología el objeto que nosotros estudiamos lleva como un caracol sobre las espaldas del contexto.

La tercera consecuencia es importante, es el planteamiento es el hecho, la naturaleza
psicológica de los conceptos en sociología y las ciencias sociales en general. La naturaleza
tipológica de los conceptos, dice Passeron, en una tesis monumental sobre Les mots en
sociologie, es decir, Las palabras en sociología. Dice que lo que nosotros pensamos son
conceptos según género y diferencia de sociología y algunos autores que exigen muchísimo
que el cuidado, que… y que en realidad son los nombres comunes e imperfectos, es decir, que implica generalidades contextualizadas que…

En el ámbito de la historia y de las ciencias sociales, leyes universales estrictamente
lógicas en el sentido de Popper, por lo tanto, en las ciencias sociales, en la sociología no son ciencias monológicas. Mucha atención que nuestro gran enemigo, no sé, está en otra
coordinación, la que no es de humanidades. Que tienen un concepto ontomológico de ciencia, y por lo tanto, como nosotros podemos predecir, no podemos hacer teorías en términos de sistemas deductivos, en términos somáticos. Bien, en sociología no podemos hacer teoría propiamente dicha, por eso tenemos paradigmas, un poco en el sentido de que nosotros no podemos hacer una teoría estrictamente del tipo axiomático-deductiva.

Desafío a cualquiera que me diga, quisiera saber ¿quién ha hecho una teoría estrictamente hipotético-deductiva con enunciaciones universales en el sentido de la liberalidad lógica estricta de los detalles de la teoría?

Por consiguiente, la sociología maneja generalidades, pero generalidades
contextualizadas. Allí está la conclusión básica, la conclusión inmediata es que allí está la
sociología de las ciencias sociales y la historia, no se mueven en un espacio lógico popperiano, sino en un espacio lógico weberiano, concluye específicamente Passeron. Esto no quiere decir, por supuesto, que la historia y la sociología sean idénticas exactamente, como decía Gina; decíamos, por una parte desde el punto de vista estrictamente lógico porque comparte una misma fenomenalidad histórica como objeto, y epistemológicamente no se puede diferenciar. Y allí tenía razón Luis Aguilar, aunque no fue muy estricto.
Pero hay que añadir inmediatamente, hay una diferencia de régimen disciplinario porque
la historia se especializa más en la singularidad de los contextos de los hechos históricos,
mientras que la sociología trata siempre de abordar lo ideográfico y trata de concluir
generalidades dentro de contextos: estrechos, amplios, vagos área de civilización, etc.

A esto quería llegar, de que en este momento hay un debate muy interesante que
permite reidentificar y recentrar a la sociología en términos epistemológicos, recurriendo al espíritu de la…y repensando de reelaboración de la epistemología weberiana de una manera tan interesante; y nos hace ver que es inútil soñar sueños positivistas en las ciencias sociales, es absolutamente inútil porque vamos a despertarnos con grandes desegaños.

Nuestra ciencia no se mueve en el espacio popperiano, sino que se mueve en un
espacio weberiano, donde razonamos sobre los hechos sociales, el lenguaje natural, en
términos comparativos y estableciendo categorías fluidas, que nunca pueden ser perfectas, que nunca pueden dar ese aquí y ahora, esa referencia deística que es inherente a todos los
conceptos y a las teorías sociológicas.

Por eso, decía yo, que la contribución de Gina cae en un momento excepcional, una
coyuntura epistemológica excepcional donde poco a poco estamos tratando de recobrar
nuestra identidad y como sociólogo, y recentrar nuestra disciplina y compromisos
adecuadamente y con buenas razones, aquí a nuestros vecinos los de la otra Torre de
Humanidades.

Por todo eso decía yo que esta contribución de Gina es absolutamente importante para
la coyuntura que cae y por la envergadura de su contribución.

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