«Literatura y Ciencias Sociales» por Gina Zabludovsky

LITERATURA Y CIENCIAS SOCIALES

Gina Zabludovsky

La creciente especialización de las ciencias sociales, y la estipulación y formalización de lo que se considera científico frente a lo que no lo es, ha llevado a una progresiva  brecha entre el lenguaje propio de  nuestras disciplinas y las expresiones  literarias.  Lo anterior tiene su justificación en la necesidad de que las ciencias sociales tienen que contar con un aparato conceptual propio que, alejado del juego y el uso de metáforas, permita entendernos entre nosotros y ser lo suficientemente precisos. Sin embargo, también es cierto que, estas características frecuentemente hacen que los textos académicos sean áridos y poco amables, y sólo puedan ser accesibles a un número escaso de lectores

En este sentido, no está de más recordar que los grandes autores de nuestra tradición clásica, fueron  también grandes escritores que sabían seducir a sus lectores con un lenguaje que recuperaba la buena literatura. Algunos casos notables hacen evidente esta relación. En su diagnóstico sobre la burguesía, Carlos Marx se nutre de  las críticas presentes en La comedia Humana de Honorato de Balzac. Si bien es cierto que  no se sabe de una referencia explícita a Julio Verne en las obras de Max Weber, la famosa alusión a la “jaula de hierro” que resume el diagnóstico sobre la burocracia, ya había aparecido en Veinte mil leguas de viaje submarino, para nombrar a este último invento antes de que existiera en la realidad. Por otro lado, cuando en una entrevista a Sigmund Freud se le preguntó si tenía predecesores,  responde de manera enfática que todo ya había sido dicho por Shakespeare y Dostoievski

Y es que efectivamente, las obras de Shakespeare nos brindan  algunos de los mejores retratos que la ciencia política puede obtener sobre los juegos de poder y los comportamientos humanos  que siguen operando en el mundo de las elites. Para entender los móviles y consecuencias de la ambición desmedida hay que leer a Macbeth, para aprender la importancia de actuar a tiempo en la vida política pocos textos como Hamlet, y para alertarnos sobre el papel de la intriga en los asuntos públicos, nada mejor que re-leer los parlamentos más importantes de  Yago en Otelo.

La literatura más reciente también nos brinda una gran riqueza. Es mucho lo que perdemos al  no leer los textos originales, y limitarnos a las versiones cinematográficas y más populares  de algunos de figuras célebres que surgieron de las plumas  de grandes escritores(as). Uno de los casos más notables es la del Dr. Frankenstein, de Mary Shelley que en la obra original es el nombre del inventor y no de su creatura y además esta última es noble en sus orígenes, y sólo se convierte en un monstruo amenazante y temerario tras sufrir los efectos del rechazo y la exclusión social ¿Por qué no leer esta libro a la luz de las aportaciones de Goffmann sobre el estigma?

De igual forma, las tesis sobre NorbertElias en torno a la relaciones entre civilización y autocontrol social, pueden ser analizadas a la luz de la novela TheBeginning of the day, de KazioIshiguro. Las reflexiones del mayordomo protagonista en esta obra hacen evidente el alto grado de disciplina, autocontención y control de las emociones que ha tenido que desarrollar parar realizar eficientemente sus tareas, nos permiten comprender los vínculos entre lo “público” y lo “privado”, y la importancia del comportamiento adecuado y las “buenas maneras” en el marco de las cambiantes relaciones de poder de la sociedad inglesa después de la Primera Guerra Mundial.

En términos de la producción latinoamericana, los ejemplos son abundantes. Difícil encontrar diagnósticos más atinados sobre nuestros dictadores, aplicables a la noción de patrimonialismo en Max Weber, que los que se encuentran en El recurso del método de Alejo Carpentier, El señor presidente de Miguel Ángel Asturias, y El otoño del patriarca de Gabriel Garcia Márquez. .

La enumeración de la buena literatura que podría nutrir a las ciencias sociales es inmensa. Por eso debemos preguntarnos ¿por qué hemos abandonado la lectura de estas obras? ¿Cómo las podemos incorporar en los planes de estudio y a nuestras investigaciones? Evidentemente las lecciones de estás rebasan por mucho sus contenidos. Su verdadero potencial está en la posibilidad que brindan para escribir mejor. No estaría de más que los académicos(as) y estudiantes nos dejáramos contagiar de la buena prosa e intentáramos que nuestros textos sean más amenos a nuestros lectores(as).

http://www.comecso.com/literatura-y-ciencias-sociales/

Comments
One Response to “«Literatura y Ciencias Sociales» por Gina Zabludovsky”
  1. Linette dice:

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