El Referéndum y las “concubinas de Correa”
Publicado originalmente en: http://www.lasillarota.com (1 de abril de 2011)
Desde una visión de una extranjera que no está involucrada con la dinámica política de Ecuador, además del contenido de las preguntas, me llama la atención la manera de formularlas. Como en política finalmente “la forma es fondo” a continuación describo algunos de los aparentes “problemas de estilo “:
a) La extensión del cuestionario. Lejos de llamar a una toma de postura frente a un problema específico, los(as) participantes tendrán que contestar 10 preguntas ( las primeras cinco, propias del Referéndum, se relacionan con enmiendas de la Constitución mientras que las que van de la 6 a la 10 son consideran como consulta)
b) La diversidad de temas. Con este ejercicio se pretende obtener la aprobación de la ciudadanía para impedir la caducidad de la prisión preventiva; penalizar el enriquecimiento ilícito y de la no afiliación a la Seguridad Social, restringir la propiedad de las instituciones financieras privadas y de los medios de comunicación masiva a aquellos dueños y accionistas que no tengan inversiones en otras áreas, impedir la transmisión de mensajes sexuales, discriminatorios y de violencia, y prohibir los juegos de azar y la matanza de animales en espectáculos públicos.
c) La complejidad y extensión de las preguntas. Uno esperaría que, ya que son tantas, estas fueran sencillas y al grano para que el cuestionario se pudiera llenar rápidamente. Sin embargo, para mi sorpresa las únicas que son fácilmente entendibles y directas son la 7 y la 8 que a continuación transcribo.
7) ¿Está usted de acuerdo que en el país se prohíban los negocios dedicados a juegos de azar tales como casinos y salas de juego?
8) ¿Está usted de acuerdo que en el cantón de su domicilio se prohíban los espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal?
Como puede observarse, si se toma en cuenta que el término cantón equivale a distrito, jurisdicción o país, estas preguntas no representan mayores problemas para entenderse- Sin embargo, no sucede lo mismo con el resto del cuestionario La mayoría de las interrogantes, especialmente las que implican cambios constitucionales, son sumamente complejas y confusas. Para mostrarlo, a continuación transcribo sólo la primera (si lo hiciera con las otras siete sobrantes necesitaría varios artículos):
1¿Está usted de acuerdo en enmendar el numeral 9 del artículo 77 de la Constitución de la República, incorporando un inciso que impida la caducidad de la prisión preventiva cuando ésta ha sido provocada por la persona procesada y que permita sancionar las trabas irrazonables en la administración de la justicia por parte de las juezas, jueces, fiscales, peritos o servidores de órganos auxiliares de la función judicial como se establece en el anexo 1?
Me pregunto ¿cuántos de los votantes examinarán el sub-apartado específico de la Constitución y cuantos más consultarán el “anexo 1”? Por lo menos en el compacto folleto que, sin saber mi nacionalidad, me dieron en la calle para invitarme a votar por el sí, no se encuentran ningún fragmento de estos importantes textos que debieran de orientar la decisión.
La poca claridad es tan eminente, que arriba de cada una de las preguntas se resume su sentido. En el caso de la primera, la leyenda que aparece como título es “Adiós a la impunidad”. Como si esto fuera poco, en una táctica discursiva que recuerda al del vocero de la presidencia de México en los tiempos de Fox, abajo de la pregunta viene otra explicación de la misma que, en el caso que nos ocupa, dice lo siguiente:
“O sea que ningún delincuente podrá salir libre por trampas de su abogado o de funcionarios de la administración de justicia que provoquen retrasos expresos para acogerse a la caducidad. Además quienes hagan es, serán severamente sancionados “.
Ante esta situación, algunos periódicos le dedican un día al análisis de cada pregunta. Empezaron cuando yo llegué y como sólo me quedaré tres días, únicamente me tocará conocer las “traducciones “de las primeras tres.
En lo que se refiere a éstas, si bien puedo encontrar cierta justificación en los argumentos del gobierno para combatir la impunidad y la corrupción, considero que la contestación positiva, haría que el sistema de justicia del Ecuador fuera similar al de México en el sentido de que declarara “Presuntos culpables“ a los acusados.
Pero, más allá de su contenido, lo que verdaderamente mostraran las respuestas no será la visión de la población hacia futuro sino la evaluación de las acciones gubernamentales pasadas y presentes y la fidelidad hacia el Gobierno de Rafael Correa.
Lo anterior se me develó sin ningún recato, cuando escuche a un grupo de mujeres (de entre 45 y 70 años) en la Plaza de la Independencia de Quito, haciendo proselitismo por el SI. En sus argumentos a favor de la causa, hablan de lo que han recibido del gobierno actual, particularmente los apoyos para los niños (as) en las escuelas; el servicio médico de calidad y gratuito, y la construcción de carreteras. El hecho de que ninguno de estos tres rubros aparezca en la consulta, no parece importar demasiado para jalar votos a favor de su aprobación. Cuando les pregunté quiénes eran y por qué estaban allí, me contestaron con sentido del humor y simpatía. Riéndose de sí mismas se auto-nombraron como “las concubinas de Correa”.
Más allá de lo simpático de la anécdota, considero que estas mujeres son una buena muestra, del liderazgo carismático y caudillista que ejerce su presidente y que se verá fortalecido con los resultados del SI. Es posible que, precisamente por esto, a él no le importe que las preguntas sean tan rebuscadas. Quizá incluso las redactó así, para que fueran los suficientemente suspicaces y no evidenciaran que el Si mayoritario llevará al fortalecimiento del poder presidencial frente al de los jueces y a los medios de comunicación.
Habrá que ver si abril es lo suficientemente largo para que los votantes puedan estudiar las preguntas y prever las consecuencias de sus respuestas. Creo que la mejor muestra de la capacidad reflexiva de la población sería que las mismas personas votaran diferenciadamente (a veces sí y a veces no). Sin embargo dudo mucho que esto ocurra ( con la excepción por supuesto, de las preguntas que conciernen a los juegos y los toros).